Es un fenómeno casi,diria natural,la obsecuencia que produce en algunas personas el poder del dinero.
Ante la posición social,el status elevado por obra y magia de los bolsillos llenos, esas persdonas renuncian a la dignidad y a la libertad.
Esto viene a colación a raiz de un asunto personal que relato a continuación ,.
En el marco de mi pasión por la política y mi necesidad de que muchos vivan con mayor dignidad ,envie al HCD de Coronel Pringles un proyecto en el que solicitaba la aprobación de una ordenanza que pusiera en práctica el denominado Presupuesto Participativo.
Dos veces ,con intervalo de tiempo lo hice pero las dos veces fue enviado al archivo por ser inaplicable.
Hoy los concejales de un partido político,representante de los agronegocios,distribuidores de glifosato y mercaderes de Monsanto,Cargill etc lo han sacado del archivo y luego de darle una lavada de cara lo han presentado como propio ,sin siquiera mencionar que existian dos proyectos archivados de la misma tesitura enviados al cuerpo por una ciudadana común..Los medios de información ,complices de esto lo difunden.
Pero cual es el meollo de la situación en este caso' ?La obsecuencia de todos al poder económico,la reverencia que se manifiesta toda vez que alguien en una pequeña ciudad ,casi un pueblo, intenta hacer oir su voz ante el atropello de los que están en el peldaño superior.
Esta obsecuencia es uno de los factores que impide que la Argentina pueda avanzar en su desarrollo,forma parte de la idiosincracia ,de la identidad nacional,tal vez producto de aquel miedo reverencial de los peones a sus patrones o tal vez la necesidad de salvarse a cualquier costo de los terribles embates que el poder económico hizo sentir desde siempre a los argentinos.