El prejuicio es esa idea que tenemos de que somos superiores como seres humanos a otros que son diferentes a nosotros y entonces los adjetivamos de mil maneras por ejemplo les decimos negros,atorrantes,locos, o un sinnúmero de otras palabras agraviantes.
Pero cuando el otro no solo se nos aparece como diferente sino que lo intuimos peligroso la cosa cambia y ahí si que el núcleo social se vuelve enemigo.
Digo esto a raíz de lo que sucede en los pueblos como el mio,fundado alrededor de las colonias inmigrantes que tomaron tierras y se dedicaron a la explotación agropecuaria.
Un pueblo rural de la provincia de Buenos Aires ,como se dice, que solo tiene empleados rurales indigentes y algunos servicios elementales como las escuelas ,la policía,y otros.Pero aquellos colonos inmigrantes a fuerza de trabajo y perseverancia lograron ser dueños de la tierra ,con el paso del tiempo,su trabajo y políticos amigables que los beneficiaron siempre con subsidios,no pago de prestamos ni de impuestos etc crecieron y se adueñaron de los gobiernos .
De niños pensábamos que ser productor agropecuario en mi ciudad era un privilegio digno de respecto y a veces de temor reverencial.
Así pasaron los años y las cosas no cambiaron ,la mano de obra barata siguió estando para el campo y las fuentes de trabajo jamas llegaron.
Los productores agropecuarios y sus esposas crearon entidades que buscaron llevar a los pobres que son muchos´. una limosna que les permitiera seguir adelante.
Crearon su propio partido político ,y trabajaron incansablemente por lograr el gobierno y crecer más con el dinero de todos. Hoy están convencidos de que ganarán las elecciones porque conocen que a veces la mente y el corazón de los hombres es inexplicable y el temor reverencial aun perdura en la mente de aquellos que lo sintieron a así lo trasmitieron a sus hijos..
Mientras tanto algunos de los que piensan que las cosas deben ser de otra manera deben pelear día a día con todo lo que significa ser peligroso o tal vez molesto para sus intereses y así van sumando vacíos sociales,nadie casi te saluda, no concurren a los eventos en los que el peligroso está presente, reuniones escolares ,charlas sobre derechos humanos ,no permiten que los medios de comunicación den un espacio al que no piensa que el campo es el motor de los pueblos y así la vida del rebelde se vuelve difícil , vivir en un pueblo rural es una lenta agonía de las ideas y de la vida ,entonces hay dos alternativas seguir peleando a emigrar .Lo pienso mejor y aquí me quedo. Algún día las cosas cambiaran.
Entonces me siento ante la computadora y escribo un poema que me aliviará el alma y lo hago pensando en mi pueblo rural al que amo.
Aquí va la poesía.
LA CALLE ADOQUINADA.
Camino por una calle adusta,ensombrecida,vigilada por plátanos
gigantes desquiciados, que han atado sus pies a lo profundo.
Una calle enemiga,sin rostro,atormentada por el recuerdo inútil
con nombre de aquel que sembraba cadáveres impunes.
Calle adoquinada,encinta de soledades y mentiras,calle cruel
que agotaron mis pasos,mezquina, ostentosamente gris.
Pestilencia de desamores,jadeantes andares y costras añiles.
Esa calle de cuerpo tosco prodiga de pasiones y deseos
sigue muriendo lenta ,inexorable,ajena y mustia.
Insondable calle gris de cintura de piedra ,mis pasos no lograron salir de tus aceras.